Fórmula 1

martes, 29 de noviembre de 2011

Encerando esquíes

Hola amig@s.

¡HA COMENZADO EL INVIERNO!, y con el, la temporada de esquí, con lo que es hora de prepara las herramientas de trabajo.


En este post, os explicaré como encerar unos esquíes con cera caliente, no entrando en la reparación de suelas, eso quedará para futuros bricos.

¿Como?, ¿Que esto es un foro de karts?, no amigos, es un foro de varietés, avisado esto, prosigo con la explicación.

Para realizar este trabajo, necesitamos:

- Bloque de cera para esquíes. La podéis comprar por poco dinero incluso en un Decartón.
- Plancha de ropa. Si, si, una plancha, y cuantos menos orificios tenga en la suela para el vapor, mejor. Tras años de mangar la plancha a mi madre, con la consiguiente bronca, para esta ocasión he comprado una plancha de viaje en el carrefour por 9€.
- Cable o cuerda. Lo usaremos para bloquear los frenos de los esquíes y poder trabajar mejor
- Una espátula, o algo que podamos usar para rascar la cera sobrante.
- Algo para apoyar los esquíes. Yo he usado dos soportes, pero se puede hacer con cualquier cosa, incluso entre dos sillas.
- Kit de manufactura de cigarros. Tabaco, papel, filtros y mechero.

!No hacer esto en un sitio cerrado, los vapores de la cera, no son muy saludables!





Comenzamos bloqueando los frenos de los esquíes con el cable.




Apoyamos los esquíes para que no se muevan durante el planchado.



Con la plancha al máximo de potencia y mas caliente que las pistolas de Billy el niño, comenzamos con el encerado. Primero derretimos cera sobre las suelas y luego la planchamos, extendiéndola bien por toda la superficie.





 

Durante los años 90, científicos de la NASA, calcularon que el tiempo que necesita la cera de unos esquíes para secarse, es el mismo que se tarda en hacer y fumarse un cigarrito.



Una vez secos los esquíes, y usando la espátula, quitaremos la cera que ha quedado pegada en los cantos.


 
Y con esto, hemos terminado de encerar nuestras herramientas de trabajo.
Un beso para tod@s.
PD: Helena, me debes unos Santateresas-cola por encerarte los esquíes.

miércoles, 2 de junio de 2010

Nacimiento

Hace un año, escribí un borrador que nunca fue publicado en este, nuestro blog. Ahora, y con motivo del primer cumpleaños de mi hija Sara, me he decidido a publicarlo. No trata de velocidad, gasolina o neumáticos, pero espero que os guste:


Hola amigos.

El día 2 de Junio de 2009, en el hospital de Majadahonda, a las 4:03 de la mañana, se produjo el nacimiento de Sara, ¡MI HIJA SARA!. Que a continuación paso a relatar:

Comenzamos la aventura a las 6:00 de la mañana del 1 de Junio, cuando dijo Paloma, ¡hay, que viene!, yo corría por la casa como un pollo sin cabeza, buscando las llaves del coche, la maleta, etc...

Nos montamos en el coche, salimos de Collado Villalba y cuando estamos en la A6, pregunto a Paloma, ¿La carpeta azul con todos los papeles del embarazo?, ¡DIIIIOSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSS!, vuelta para casa. Por cierto, luego no nos hizo falta para nada.......

Aparcamos en la zona de urgencias del hospital de Majadahonda y al poco tiempo Paloma había pasado a la zona de partos y yo esperando en esta sala:



TIC TAC, TIC TAC, TIC TAC...............................
Un buen rato después, sale Paloma, andando tranquilamente y suelta:

- Falsa alarma, no he dilatado, me ha dicho el médico que me dé un paseo de dos horas (parece ser que eso ayuda) y que vuelva.
- Joder con la falsa alarma, ni la de los misiles de Cuba en 1962......

Nos damos un paseo por el hospital, desayunamos y dos horas después, volvemos a la consulta, donde tras un rato de espera nos dicen que nos vallamos para casa y no volvamos hasta que las contracciones no sean cada tres minutos durante al menos una hora.

Ya en casa, Paloma se mete en la cama con muchos dolores de parto y yo, cual un patrón de escudería de F1, cronómetro en mano, medía el tiempo entre contracción y contracción como si de vueltas rápidas se tratara.

- [Paloma]. Ay, Ay, Ay....
- [Pablo]. ¿Ha sido una contracción?.
- Si.
- 4:32
.
.
.

Sobre las 19:00 y dado que las contracciones se repetían cada tres minutos, decidimos regresar al hospital, esta vez de manera más tranquila. Entramos y como siempre yo me quede esperando. Al rato, me llaman para que entrase en la sala de parto, pues aunque no había dilatado lo suficiente, la provocarían el parto con una inyección de citosina. El parto había comenzado!!!.

La sala de parto tenía una cama de hospital, que habría hecho las delicias de Torquemada, pues tenía todos los accesorios necesarios para arrancar del más pintado cualquier tipo de confesión. Entre la cama y un gran ventanal, estaba mi sitio, una silla de hospital reclinable rompe espaldas. Y como accesorios de decoración, todo tipo de artilugios médicos, incluida una cuna con rallos UVA, supongo que para poner morena a la criatura antes de presentarla a los abuelos.

Paloma estaba tumbada en la cama y yo en la butaca. Durante mucho rato, solo tuvimos como compañía un cacharro que indicaba las pulsaciones de ella y del feto y sacaba un papel continuo con todos los datos, como en Hause. Una hora después, el cacharro comenzó a emitir incesablemente un pitido taladra tímpanos, se le había terminado el papel. Al rato, apareció la matrona Cristina, que cual departamento de soporte informático, cambio rauda y veloz el papel y el pitido ceso. Aprovechado, miró como marchaba el alumbramiento, seguía sin dilatar, por lo que decidió romper la bolsa para acelerar el parto. Se marchó.

En algún momento desde que rompieron la bolsa y que vinieron los médicos, enfermeras y demás, me quedé "algo" dormido y solo me desperté cuando los médicos se tropezaron con mis piernas...

-[Pablo] !eh!, ¿Qué pasa?.
-[Enfermero] ¡Que te has quedado dormido chaval!.
-[Paloma] ¡Este chico, se queda dormido en cualquier sitio!
-[Pablo] (dando un salto). ¿Qué hago?, ¿dónde me pongo?.

Todo había empezado....

Paloma estaba tumbada en posición de parto (espatarrada) y los médicos miraban, tocaban, median, en fin, hacían su trabajo.

En un primer momento, el estómago se me puso en la garganta y pensé que no podría aguantar, que me marearía y me iría al suelo.

Al rato, y después de refrescarme un poco en el baño, se me pasó y me puse al tajo, sudar y rezar, rezar y sudar, sudar y rezar.

Paloma empujaba como un portero de discoteca y Cristina, la matrona, dirigía la operación. Mi humilde misión en aquel entuerto, consistía en animar a Paloma diciendo, empuja, empuja, respira, respira, uf, uf, uf.

En un momento dado, Cristina me dijo; mira, está asomando la cabeza. Me asomé a aquel balcón formado por las rodillas de Paloma y una sábana blanca y pude ver por primera vez a Sara. Su cabezota con cuatro pelos apenas se distinguía, pero con cada empujón salía un poco más, hasta que la cabeza asomó completamente y al momento, todo su cuerpecito serrano salió como un pescado que se escurre entre las manos. Ahora puedo decir, un año después, que fue el momento más intenso de mi vida.

La dejaron unos instantes sobre la mamá, la limpiaron un poco y la pusieron sobre la mesa, bajo los rayos uva, donde la midieron, pesaron y marcaron con una pulsera de identificación.



¡Sara había nacido! y su historia comienza ahora...

sábado, 20 de marzo de 2010

Sábado 6 - Circuito de Torrejón - Toma de contacto. Parte II

Hola amigos. Sigo relatando la experiencia de la primera toma de contacto en el circuito de Torrejón:

El viernes, después de la ardua tarea realizada el jueves de madrugada, a las 7:30 suena el despertador, hay que ir al trabajo y me quiero morir....

Como en la "intro" de los pica piedra, a las 15:00 suena la sirena (interior) en el trabajo. Es hora de salir corriendo para casa y prepararlo todo para el sábado.




Un rato más tarde, llego a casa y mientras Paloma prepara las maletas y trastos de Sara para la visita a los abuelos, yo me bajo al garaje para cargar el carro con todo lo necesario.

Al abrir la puerta, un paisaje desolador se presenta ante mí, no lo recordaba haberlo dejado así..... Herramientas tiradas por el suelo, manchas de aceite y trapos sucios me contemplan.

Hora y media tardé en ordenar las cajas de herramientas, cargar borriequetas, bidones de gasolina, latas de aceite, herramientas y por supuesto, acomodar la máquina en lo más alto del carro y taparla con su fundita para que no se enfríe.

Ahora toca el turno de meter en el coche las maletas, carritos y cacharrería de la niña y acomodar a Sara en su sillita Recaro.

Veinte minutos después, está todo metido en el coche y la niña y la madre sentadas. Me siento a conducir, ¡qué sensación de descanso!, aunque solo de pensar en descargarlo todo......

¡Rumbo a Torrejón!. Aunque tardamos más que nunca (casi una hora), el camino se hace placentero, merced a la suavidad de conducción que requiere transportar tanto cacharro.

Una vez en torrejón, descargo a Paloma, Sara y maletas en casa de mis padres y dejo el carro en una cochera, que muy amablemente me presta mi amigo Páez.

Me acosté a las doce, con la misma sensación que tenía a los seis años la noche de reyes.

El sábado me desperté antes de que sonara el despertador y esperé unos minutos en la cama hasta que este sonara, se me hicieron interminables, y al menos di quince vueltas en la cama. Desayuno fuerte para aguantar lo que me espera y a las diez y cuarto estaba en el circuito, solo habían llegado los chicos de un equipo oficial que suele entrenar a niños los fines de semana en Torrejón. Monté mi humilde kiosco junto a la mega carpa del equipo, lo más cerca que pude de la salida a la pista (punto marcado como Box en el mapa).

Os pongo un diagrama del circuito con las curvas numeradas y un par de indicaciones a las que haré referencia más tarde:



El uso de la pista se turna entre los adultos y los niños, en tandas de unos veinte minutos. Espero impaciente a que se ponga el semáforo en verde, señal de que comienza el turno de los adultos.



GOOOO!. Espero en la salida del box, por fin la pista está limpia de tráfico y salgo, nervioso, impaciente, ansioso y con los neumáticos fríos, no podía pasar otra cosa, trompo en la primera curva (Curva1). Con un "elegante" donut enderezo el kart y sigo con la vuelta de reconocimiento. Durante la primera tanda, intento familiarizarme con el circuito.

La Curva1 es una horquilla muy lenta en la que me siento muy cómodo, antes de negociarla, toco un poco el freno, para derrapando de atrás, meter el morro en el vértice interior y poder de esta manera, salir acelerando a fondo y aprovechar toda la escapada exterior. La C2 es fácil, aunque no hay tiempo de colocar el kart para negociarla bien, se toma sin soltar el gas hasta la frenada de la C3, que es una de esas curvas fáciles, pero en las que si derrapas demasiado pierde mucho tiempo.

La C4 defiende la zona rápida del circuito, por lo que hay que tomarla pensando en salir de ella con la mayor velocidad posible, para de esta forma, alcanzar la mayor velocidad punta en la zona rápida. Si te sales a la salida de esta curva, hay una escapatoria de hormigón (zona verde en la foto) que parece un sembrado de lo estropeada que está y como no hay tiempo para reducir la velocidad, la tomas dando saltos y derrapando entre bache y bache.

Desde la C4 hasta la C6 no se suelta el gas y en la C6 solo se suelta medio segundo en cuanto notas que se empieza a cruzar el kart. La C5 y la C6 se toman como una sola curva, tan deprisa que el cuello se resiente cuando la has pasado un par de veces. Como será, que en un punto de la mañana, me planteé dejarlo por el dolor de cuello en esa curva... y los dos días siguientes, las agujetas en el cuello me recordaban constantemente la curvita de las narices.

La C7 es preciosa. Llegas sin apenas haber soltado gas desde la C4 a mucha velocidad, el corazón late deprisa y te dice que se pasa sin soltar gas, pero las primeras veces, el pié derecho no obedece y se levanta un poco. Con el paso de la mañana, consigues pasarla a fondo, ignorando la mirada de las ruedas que cierran la curva por el exterior y que te miran anhelando abrazarte. Llegar entero a la frenada de la C1 es un alivio.

Durante la primera tanda de veinte minutos, aunque no me marcha el cronometro (definitivamente hay que cambiar la sonda) y a pesar de que rápidamente veo que no he acertado con el desarrollo y llego a la frenada de la C1 a solo 15.000 RPMs, tengo la impresión de ir muy bien, consigo adelantar a otros karts con facilidad, sobre todo en frenada de la C1 y en la parte lenta.

Semáforo en amarillo, entro en el box, cansado pero contento. Descanso un rato mientras veo entrenar a los niños, ¡es una pasada verlos!. Le pongo gasolina al kart, engraso cadena, dirección y rodamientos, ¡todo está listo para la siguiente tanda!.




Semáforo verde otra vez. Salgo a pista mucho más relajado y tranquilo, caliento ruedas y motor durante un par de vueltas y le doy caña al cacharro. Adelanto a una serie de karts, siempre en la zona lenta y una sensación extraña se apodera de mi, una sensación que me dice que al estar adelantando a otros karts, es que voy rápido, pero por otro lado, mi sensación es de no ir fino, dado que no he acertado con el desarrollo y que en la C6 derrapo demasiado y tendría que hacer esa zona a fondo.

Casi al final de la tanda, salgo de la C3 muy rápido, a mitad de la recta que une la C3 y la C4 me pego al culo de otro kart, me digo, en la frenada de la C4 lo adelanto, cuando este frena inesperadamente pronto antes de la C3 (punto marcada con una x en el dibujo), intento esquivarlo con un bandazo a izquierdas, pero era tarde, mi rueda delantera derecha, chocó contra su trasera, intenté girar para meter el coche en la pista pero no respondía, piedras, césped y polvo volaban a mi alrededor, paré en sembrado (marcado con circulo en el dibujo) y pronto pude ver como la rueda delantera derecha miraba pà Cuenta, se había roto algo de la dirección. En ese momento se apoderó de mi una sensación de rabia e impotencia, ¡mierda, tenía que haber estado más atento!, ¡la culpa era mía!, seguro que el otro kart estaba calentando ruedas y por eso había frenado tan pronto. Me alegró ver que al otro coche no le había pasado nada.

Con las orejas gachas, acerco el coche al taller del circuito.

Tras mirar que se había roto, veo que simplemente es la rótula que une la columna de la dirección con las barras de dirección. Compro la pieza, la instalo, alinéo la dirección un poco a ojo, y una hora mas tarde estoy listo para rodar de nuevo.



Salgo a la pista con prudencia, doy unas vueltas calentando y viendo si todo está en su sitio, parece que todo está perfecto, ¡CAÑA!.

En esta tanda encuentro karts muy rápidos y veo como alguno me adelanta en la C6, observando horrorizado que pasan esa curva sin soltar el gas y sin derrapar ni un centímetro, ¡necesito mas agarre en el eje trasero!. En la zona lenta me defiendo bien pero en la rápida es un infierno.

Tras unas cuantas tandas mas, empiezo a estar cansado y veo que el motor me pega algún tirón, lo que hace que en ese momento me adelanten con facilidad los otros karts, por lo que decido dejarlo por hoy. Doy la última vuelta despacio y justo al entrar en boxes, noto unas vibraciones muy extrañas en el motor, ¿serán las láminas de admisión?, eso lo miramos en casa y es otra historia...


Lo cargo todo en el carro, me tomo una cocacolita mientras veo tranquilamente a los otros karts rodar y para casa.

Ha sido un día duro, lo he pasado muy bien, el circuito, aunque corto y ratonero, es muy entretenido y tiene mucho tráfico, lo que hace que sea necesario estar concentrado todo el rato. Las conclusiones son que para la próxima vez, tengo que conseguir más agarre en el eje trasero y poner un desarrollo mucho más corto que el 10x89 que he probado hoy.

miércoles, 10 de febrero de 2010

Sábado 6 - circuiro Torrejón - Toma de contacto. Parte I

El sábado 6 de Febrero, fui por primera vez al circuito de Torrejón de Ardóz (Madrid). Aquí os dejo el relato de los hechos:


Aunque parezca increíble, todo empezó el jueves 4 a las 20 horas, cuando me dijo Paloma "podemos ir el sábado a Torrejón a ver a tus padres y como yo iré de compras por la mañana, tú puedes ir a montar en kart". Las 20 horas y tenía el kart medio desmontado en el trastero, ¿Me daría tiempo a prepararlo todo?.

Después de bañar a Sara y prepararle la cena, le pedí a Paloma que le diera ella de cenar, y así yo poder bajar al garaje a prepararlo todo.


A las 21:00 me enfundo el mono de trabajo y el correspondiente calzado. Ante mi, un montón de piezas por el suelo, herramientas tiradas, un motor de arranque estropeado y un embrague con holgura. Un sentimiento fluía por mi interior, supongo que como el que tienen los mecánicos de F1 cuando el viernes antes de un gran premio, el piloto de turno se estrella dejando el coche como unos zorros y con toda la tranquilidad del mundo les dice, me marcho a la fiesta de la escudería, mañana a las 9:00 estaré en el circuito para los primeros libres.....

Manos a la obra.



Lo primero es arreglar el motor de arranque, malamente podremos correr sin él, jejejejeje. Lo saco, para lo cual, tengo que quitar el motor del chasis y sacar los tres tornillos de la muerte que lo fijan. Con el motor de arranque en las manos, procedo a destriparlo y ¡SORPRESA!, una de las escobillas está partida, ¿De dónde saco ahora unas escobillas?. Pensando, pensando, recuerdo que las escobillas del motor de arranque que cambié la última vez están por algún lado, rotas, pero están. Con un poco de suerte, la escobilla que se rompió la última vez, no será la del mismo lado que la que tengo rota ahora.
Después de diez minutos rebuscando y unos cuantos juramentos, que de seguro me acercaron un poquito más a lo más profundo del infierno, aparecen las viejas escobillas metidas en una bolsa de plástico mugrienta y cerrada con cinta aislante. ¿Me servirán?

¡QUE SUERTE!, con el juego de escobillas que tengo puestas (una rota) y con el de la bolsa (una rota), tengo uno completo. Esta vez rompió la escobilla larga y la otra vez la corta.
Ahora toca ponerlas, un sudor frio me recorre la espalda al recordar la última vez que las cambié, tardé dos horas y necesité la ayuda de otra persona, pues para meterlas se necesitan tres manos, una para cada escobilla y otra mano para meter el bobinado del motor de arranque, y lo que es peor, el espacio para sujetarlo todo es diminuto.

En este momento me digo; “hay que pensar algo”. ¡IDEA!, podría usar unos mini sargentos que compre en los chinos pensado en este momento, dicho y hecho, en poco menos de media hora tengo el motor de arranque arreglado, con este en las manos, me tiro bajo el kart, que lo tengo subido en unas borriquetas y lo coloco sin problemas, si no contamos la hostia que me di en la cabeza al salir de debajo del kart contra uno de los armarios del trastero, ¡mas juramentos! (otro pasito más hacia el infierno).


Ahora el turno es para el embrague, que aparte de estar inundado de aceite tiene algo de holgura. Lo saco con facilidad para comprobar, como siempre, que la arandela externa está desgastada, suerte que tengo unas cuantas siempre a mano. Limpio bien el embrague con disolvente y lo coloco en su sitio, con la correspondiente grasa consistente de aderezo, ¡todo perfecto!. Doy un paso atrás para ver mi gran trabajo y ¡SPLAS!, ¡ZZAASSS!, el bote de disolvente por el suelo de una patada, ¡que colocón! (mas juramentos).


Una vez el motor en perfecto estado, toca elegir el desarrollo que le pondré al kart para torrejón. En las fotos del sigpac parece que la recta de Torrejón es más corta que la de Soto, pero precedida de una curva súper rápida, por lo que, pensando que la velocidad punta será algo más alta en Tjn, decido aumentar el desarrollo (menos aceleración y más velocidad), le pongo al kart el plato más grande que tengo (84 dientes), tenso la cadena, aprieto el motor, engraso un poco la cadena y limpio los alrededores.

Antes del colofón final, limpio todo lo que puedo un poco, que luego se me quejan los patrocinadores de que la mierda tapa la publicidad, jejejejeje.

Todo preparado, ¿despertará ahora la bestia?. Le coloco la batería entre los pedales, enchufo los bornes y giro el contacto, el motor de arranque gira perfectamente, pero no arranca el motor. Hago un segundo intento y tampoco, ¡MIERDA!. Le quito el filtro del aire al motor y lo intento tapando la entrada de aire con la mano, ¡BRRRRRRUUUUUUUUUUUUUUUUUUN, BRRRRUUUUUUUUUUUUN!, música para mis oídos. Repito la operación ahora con el filtro puesto y arranca perfectamente.

La máquina está preparada, y solo son las dos de la mañana. Me subo para casa, me doy una duchita y pá la cama. Mañana será otro día.

CONTINUARA……

lunes, 8 de febrero de 2010

¡Que barato!

EL domingo le di al del bar del circuito de torrejón 50€ para que invitara a los que fueran de mi parte y me los devolvió enteritos... lástima….

Pronto os contaré como fue el día.

El domingo no estaba el conjunto máquina-piloto en condiciones de rodar, por lo que no fui por Soto.

viernes, 5 de febrero de 2010

Sabado 5 de Febrero

¡Actualizado el calendario!.

Nos vemos en el circuito de Torrejón de Ardoz. Hay bar con terraza y pago cañas a todos los tifossi (ver condiciones al dorso).

Proximamente publicaré el resumen del día.

prevision meteorologica para el circuito:



Ubicación del circuito:

Ver mapa más grande

viernes, 17 de abril de 2009

CAPETA


Hola amigos de la velocidad.

Puesto que seguro que todos pertenecemos a la maravillosa década de los 70, ¿recordáis cuantas horas pasasteis viendo Oliver y Benji?.


Si, si.... Oliver Benji, los magos del balón, Benji Oliver sueños de campeon, Oliver Benji el fútbol es su pasión, ¡hay que marcar otro Gol!



¡Que tiempos aquellos!, cuando después de una dura tarde en el cole, nos esperaba en casa un bocata de Nocilla y Oliver y Benji. Y ¡CLARO!, después de treinta minutos de ondas futboleras directas a nuestros, por aquellos tiempos, tiernos cerebros, salíamos corriendo a la calle, sin otra cosa en nuestras mentes, que emular a aquellos dibujos animados de ojos grandes.

¿Quien no se apuntó en algún equipo de fútbol de barrio?, ¿Quien no soñó en marcar goles como Oliver o hacer paradas como las de Benji?.

Treinta años después, la LFP, el Canal+ y muchos otros, sacan partido de aquellos miles de muchachos, ahora convertidos en hombres, que ahogan sus frustraciones futboleras, los domingos por la tarde, viendo los partidos de la liga de las estrellas.

A estas alturas, os estaréis preguntando, ¿Que coño hace El_Ruedas hablando de fútbol?, pues bien, recientemente, he descubierto una serie similar a la de Oliver y Benji, pero en lugar de Fútbol, trata sobre ¡KARTS!, imaginar por un momento, que en lugar de Oliver y Benji, nos hubieran bombardeado el cortex con carreras de Karts................

INICIAR VIDEO ANTES DE CONTINUAR.


Estos dibujos, tratan sobre la historia de CAPETA, un niño de clase baja, con unas dotes impresionantes de pilotaje, que se adentra en el maravillo mundo de la velocidad, con el objetivo de convertirse en piloto de F1. Todo esto aderezado, al igual que en Oliver y Benji, con adelantamientos de una hora, recordatorios mentales de su entrenador, papá y amigos durante la recta de meta y por supuesto, enemigos aférrimos dispuestos a cualquier cosa, con tal de subir al primer peldaño del cajón, ¡UNA PASADA!


Amigos de la velocidad, os recomiendo que veáis los cincuenta capítulos de los que consta la serie (Ventura, ¡no todos la misma noche!), es mas, si tenéis hijos, ponérselos, quien sabe si dentro de unos añitos, en lugar de pasar los domingos sentados en una grada de mala muerte, viendo un partido en el campo de fútbol de la esquina, os veréis en un circuito de mala muerte, apretando tuercas y con las manos llenas de gasolina, mientras la criatura os dice, ¡mas rápido papá, o no marcaremos el mejor tiempo!.